domingo, 16 de agosto de 2009

Itsumo Nando Demo


Está llamando, desde lo profundo de mi corazón...
Siempre quise soñar sueños alegres,
y la tristeza no puede ser predecida;
pero voy a ser capaz de verle del otro lado.
Cada vez que uno comete un error,
sólo le queda ver el azul del cielo.
Parece que el camino continua sin fin,
y estas manos encontrarán la luz.
El silencioso corazón cuando dice adiós,
los oídos escuchan como el cuerpo va quedando vacío.
El misterio de estar vivo, el misterio de morir,
es el mismo en las flores, el viento, y los pueblos.
Está llamando desde el fondo de mi corazón,
dibujemos nuestros sueños siempre, numerosas veces.
En vez de contar el número de nuestras tristezas,
cantemos suavemente con nuestros labios.
En las memorias lejanas,
siempre hay susurros que no quieren ser olvidados.
Hasta en los fragmentos de un espejo roto,
un nuevo escenario es reflejado.
Una mañana comienza, en la quieta ventana
y llena el cuerpo que se encontraba vacio:
De ahora en adelante no buscare mas allá del mar,
porque la luz ha estado aquí siempre,
y la he encontrado:...en mí mismo.

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